La lancha. El snipe.

Una mañana de Octubre, Rafa, Nacho y yo, salimos en el Snipe a hacer un poco de vela por el Abra.

Era un día,  que como otros,  sacábamos el barco y regateábamos entre amigos del Marítimo , siempre dentro del Abra

 Las regatas mas largas, los triángulos, hasta Ciervana y eso, llegaron un año después , con los Zapiontzi, Machichacos, barcos mayores  y con nosotros, haciéndonos, también, mayores. 

Aquel día, nublado y con viento que daba tormenta, navegábamos haciendo bordos, hacia el Marítimo. Todo iba bien, el viento hinchaba la mayor y el foque y empezamos a ceñir. 

Delante de Arriluze, nos sorprendió una racha y la ceñida se hizo mas fuerte cazando las velas, Pablo y yo el foque y Txomin la mayor, hincando la caña y la proa. 

Para navegar mas rápido, Txomin levanto un poco la orza, sacándola de su guía. el bordo y la proa arrancando espuma rabiosa y marrón del mar, los tres disfrutando de la velocidad.

El viento y las gotas de agua nos mojaban un poco. No largábamos trapo y en proa se veía ya mas nítido el blanco embarcadero de Las Arenas. 

De pronto, el agua entro por la borda al no ofrecer tanta resistencia la orza y casi a cámara lenta, volcamos. 

La confusión inicial por el frio, el lio de escotas, velas y todo el contenido de la bañera me golpeo.

Y a los 3 tripulantes aguerridos !!!

 Estaba todo cayendo al fondo, nuestras bolsas, aparejos etc. Y la maraña de cabos, escotas, trapo, madera flotando, furiosa a nuestro alrededor nos liaba aun mas.

 Lo primero era, rápidamente, hacer la maniobra para des volcar, pero, sorpresa!!!, la orza se había deslizado al fondo. El casco estaba sin ningún punto de palanca sobre el que apoyarnos para voltear el casco. 

Nade desesperado, medio flotando , ya que no usábamos chaleco salvavidas y moviéndome entre la maraña, me gire y vi la cabeza de Pablo en la superficie.

Pero en cambio, Txomin había desaparecido. Se había hundido con la vela. Enganchado en el lio de escotas y cabos y arrastrado por el peso del mástil y las velas empapadas con la tormenta que teníamos ya encima. 

Mientras, angustiado, tanteaba a mi alrededor y  escudriñaba el agua marrón y agitada, buscando a Txomin y alertando a Pablo, para que hiciera lo mismo por su lado.

Los segundos, que nos parecían interminables, pasaban lentos. El miedo desapareció cuando se asomo por un lado con una navaja en la mano, con la que había sido capaz de cortar la escota enredada en su tobillo.

 Aliviados, los tres evaluamos la situación, nos incorporamos al casco, empapados, temblando pero alegres de la aventura y de estar a flote los tres. Habíamos perdido nuestros zapatos (en mi caso, nuevos y y con mucha pena de haberlos perdido,) las carteras y todas las bolsas, además de todo el contenido de la bañera del Snipe.  Pero no nos habíamos ahogado aunque éramos grandes nadadores como no podía ser de otra forma. Poco duro la alegría, al empezar a sentir el frio. 

La lluvia y las olas batían el casco y aunque estábamos dentro del abra, no veíamos a nadie que pudiera rescatarnos.

Al cabo de una media hora, el ruido del motor de un gasolino nos hizo reaccionar y ya nos subieron a bordo. 

Nos pusieron unas mantas para secarnos y quitarnos el frio y nos dieron algo de beber. El coñac que tomamos, por primera vez en nuestras vidas, nos espabilo y ya entramos en calor. Los rescatadores explicaron como alguien, milagrosamente,  había visto desde el muelle como volcábamos y había avisado en el puerto a unos pescadores que estaban aparejando su barco. Nuestros salvadores!!!!

Recuerdo la sensación del calor en el estomago y como reaccionaban todos los músculos del cuerpo, aunque con un ligero mareo Al llegar a puerto, desembarcamos y el gasolino volvió y engancho el Snipe a un cabo remolcándolo hasta tierra firme, aunque no recuerdo bien aquello debido a que estaba aterido de frio y con la sensación de bienestar que da el alcohol, es decir, borracho por primera vez a mis 15 años.

 Lo siguiente que recuerdo, es ir andando, empapado a mi casa y temblando, teniendo que andar 2 kilómetros, subiendo las cuesta de arriluzce, el triangulo , Regoyos y la gran cuesta de Ormeche hasta la estación de Neguri. Por fin la seguridad y el calor de mi casa. !!!! 

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