TRANSITO Y FIEBRE

La sensación, cuando estaba empapado en sudor, era, de que había alguien sentado junto a mi, tranquilo, refrescante, sonriente, lleno de calma que casi, casi , me calentaba con un tono espiritual, etéreo pero tremendamente vital.

No es que me calentara exactamente, es que me inundaba de una energía beneficiosa de luz, que me daba relax.

Esa fiebre, que por un lado me deshacía, por otro aclaraba mi sensación vital, había alguien, lo podía sentir físicamente, era un ángel de la guarda? era mi madre muerta? era Jorge? no lo se, pero fue extraordinario y su poder era magnifico. Un guía en el camino, una señal de luz, un foco de energía transformadora, eso sentía yo cuando me ataco la fiebre.

Las sensaciones, rememoro ahora, fue de tener visiones y conversaciones incluso, con mi amigo Jorge y mi padre, ambos muertos. Estaban conmigo en aquel lugar, cómodo, y real para mi y me imagino que para ellos. Me hundía en esas visiones, mientras me diluía. Y sentía,  quizá,  miedo al no comprender.

Mi cerebro, no era capaz ya de racionalizar y entender lo que estaba pasando, el transito. Dé pronto, se transformó la angustia o el miedo, en una calma, provocada por un rayo de luz blanco, una columna, mejor dicho que bajaba desde arriba de mi cama hasta un lado de mi. Lo podía notar fisicamente.

Lo sentía como una forma sentada junto a mi , que me inspiraba calma y mucha, mucha paz. Me decía sin palabras,  que estuviera tranquilo, que todo estaba bien, que ese lugar era muy bueno, con mucha alegría y mucha paz y belleza.

Los siguientes días, tras salir de ese trance, me ingresaron en la UVI dónde estuve 45 días, y ahí, los avatares y alucinaciones, fueron ya mas químicas, mas alucinógenas. Por no alargar este relato, lo cuento en otra parte de este blog . Finalmente, fue el paso a una habitación, aun con oxigeno y sometiendome a  innumerables pruebas para determinar si la causa había sido una neumonía intersticial , una fibrosis pulmonar o que.

Me trataron con baterías de antibióticos distintos, inmunodepresores etc. para revertir la situación, que ya superaba mi cuerpo maltrecho. 

Pero ya la luz blanca y pacificadora había vuelto a su sitio y me dejaba dicho que aun no era mi tiempo de cruzar al lado luminoso.


Comentarios

  1. Resti, leyéndote no puedo hacer otra cosa que gozar, aprender, sorprendenderme, y quererte.
    Por favor sigue haciéndolo, yo estaré ahí.

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