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Mostrando entradas de junio, 2011

Ai Wei Wei is free. Welcome to the free world. We wait eagerly for your art

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Ai Wei Wei ya ha salido de la carcel. Bienvenido al mundo. Esperamos tu energia transformadora.

La chaqueta

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En la esquina del hall de entrada, estaba la chaqueta. Tendida en un baul-perchero, sobre cuya tapa curva siempre se dejaban los abrigos y chaquetas que se amontonaban unos sobre otros cuando venia mucha gente a casa. Y dependiendo del dia, la chaqueta estaba mas alta o mas baja, mas escondida o visible en primer plano, muy azul, muy plisada en las mangas, limpia. Era el must de la elegancia; pero es que esta chaqueta, ademas, tenia poderes, es decir quien se la pone, aun hoy en dia, se transforma. Un dia, un amigo de mis tios, escritor con aire bohemio y ojos electrificados por la fiebre creativa, pelo rabiosamente alborotado, y muy delgado, vino a vernos, dejo al entrar su chaqueta blazer azul, tirandola descuidadamente sobre el resto de abrigos y chaquetas que ese dia eran muchas por la reunion. Cuando salio, peturbado por las tertulias, y con los ojos ya mas tranquilos y opacos por los opiaceos, cogio la chaqueta equivocada. El cuello resplandeciente asomaba con limpieza y

Esta mañana

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Estamos en Junio, son las cinco y media de la madrugada. Hace calor. Esto es Andalucia. Esto es España. O al menos lo era. Con estos tiempos de Zapatones desorejados, con cara de Alienigena dopado de Hierba hasta las cejas, con sonrisa de de `'yo no he sido' y su adlatere Alfredo, mason, sectario, maquiavelesco, mentiroso, manipulador y no sigo porque me baja la oxigenacion en sangre y entonces, si la hacemos..... En estos tiempos, decia, que corren este pais empieza a parecerse a una broma, pesadisima, para los 5 millones de parados y para cualquiera, si aun existe alguno, con la claridad y la capacidad de analisis intacta.  Pero es que el esperpento no solo esta en mi querida España, esta españa mia, esta España nuestra, sino que un tsunami se extiende por Europa, por las Americas (La foto de los horteras del chandal, en Cuba, no tiene desperdicio...) por Los Orientales (Donde le han metido a  Ai wei wei?),  enfin por casi toda mi querida gaia. Es sin duda el fin, para vo

Cuando el hombre no es un lobo para el hombre.Los medicos

La medicina con todas sus limitaciones aun hoy, cuando casi tenemos al alcance de la mano la recuperación de la salud a través de la genética, querido Juan,utilizando el conocimiento de la utilizacion de las células madre o origen de nuestras estructuras, de nuestros órganos, de nuestra vida en definitiva, todavía, es incapaz de resolver muchos de los males que aquejan al hombre. Pero los médicos y sanitarios como profesionales, humanistas creativos, tecnicos, investigadores, solidarios con la enfermedad y la curación de la misma, y mas importante con el enfermo, es una parte que a mi me ha aportado una nueva realidad, la cercanía de la muerte me ha hecho valorar esos hombres y mujeres que por poco premio aparente, dedican sus días , intensisimos , largos y cansados, con una sonrisa siempre en los labios, en mi caso con esa alegría andaluza y ganas de vivir, transmitida en sus dejes, gestos, miradas, eso cura, eso me ayuda cada vez que tengo la suerte de estar en contacto con alguno

TRANSITO Y FIEBRE

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La sensación, cuando estaba empapado en sudor, era, de que había alguien sentado junto a mi, tranquilo, refrescante, sonriente, lleno de calma que casi, casi , me calentaba con un tono espiritual, etéreo pero tremendamente vital. No es que me calentara exactamente, es que me inundaba de una energía beneficiosa de luz, que me daba relax. Esa fiebre, que por un lado me deshacía, por otro aclaraba mi sensación vital, había alguien, lo podía sentir físicamente, era un ángel de la guarda? era mi madre muerta? era Jorge? no lo se, pero fue extraordinario y su poder era magnifico. Un guía en el camino, una señal de luz, un foco de energía transformadora, eso sentía yo cuando me ataco la fiebre. Las sensaciones, rememoro ahora, fue de tener visiones y conversaciones incluso, con mi amigo Jorge y mi padre, ambos muertos. Estaban conmigo en aquel lugar, cómodo, y real para mi y me imagino que para ellos. Me hundía en esas visiones, mientras me diluía. Y sentía,  quizá,  miedo al no comprende